Cuidar las plantas de interior
Las plantas de interior nos ayudan a darle a nuestro hogar un toque de color y vitalidad. Pero son mucho más que eso: nos acercan a la naturaleza, desprenden alegría y transmiten tranquilidad y armonía. ¿Será por eso por lo que nos gustan tanto?
Decorar la casa con plantas es toda una habilidad, pero aún lo es más saber cuidarlas correctamente y mantenerlas siempre bonitas. Por eso, con esta guía de jardinería, te explicamos de forma sencilla las nociones básicas que puedes seguir para que se mantengan llenas de vida como el primer día.
¿Cómo elegir el sitio perfecto? Fundamental: piensa en la luz1. Fortalece el sistema inmunológico
Elegir el sitio perfecto para la planta no solo es una cuestión estética, sino que también influye en la propia supervivencia de la planta. Para descubrir qué plantas se adaptarán a tu espacio, ten en cuenta la luz solar de la que dispones.Dependiendo del tipo de planta, algunas serán más resistentes a la cantidad de luz que reciben que otras. Y es que, aunque no lo creas, no a todas las plantas le sienta bien recibir mucha luz del sol, o por lo menos recibirla de forma directa.
Infórmate sobre las características de tu planta y observa cómo se comporta la luz en tu casa con el paso de las horas. Eso te dará las pistas necesarias para conocer qué zonas y rincones son los más luminosos y cuáles no.
Deja que se adecúen al espacio y a la tierra
Es fundamental observar a las plantas para saber lo que necesitan: más agua, menos, más espacio, más luz… Si te fijas bien, verás cómo “te hablan” para decirte qué les hace falta.
Normalmente no es necesario trasplantarlas durante el primer año, por lo que las puedes dejar tal y como están, sin necesidad de darles un mayor espacio en una maceta más grande.
Por supuesto, coloca siempre un plato en la parte inferior de la maceta, porque ayuda a drenar el exceso de agua.
No desperdicies agua
Debemos hacer un consumo responsable y ahorrar agua, ya no solo por el mantenimiento de las plantas, sino por nuestra responsabilidad con el medioambiente.
La mayoría de las plantas de interior prefieren un riego inferior, es decir, desde la base, donde están las raíces. Así que, el primero de nuestros consejos es que reúnas todas tus plantas y les des “un baño” regularmente. Colócalas en una superficie que puedas cubrir con un par de dedos de agua y déjalas un rato para que se nutran.
Asegúrate de que tus macetas tengan agujeros para un correcto drenaje y no estén todo el rato en continuo contacto con el agua. Cuida el nivel de humedad del ambiente. Lo óptimo es que la tierra de la planta siempre esté algo húmeda (no mojada).
Empieza con plantas sencillas
No tienes por qué lanzarte al vacío y llenar tu casa de plantas si no tienes experiencia en su mantenimiento. ¿Por qué no empezar poco a poco? Comienza con una planta que sea sencilla de cuidar y te permita aprender a adaptar estas rutinas de mantenimiento a tu día a día de una forma cómoda.
Algunas de las plantas de interior más resistentes y fáciles de mantener para iniciarse en el maravilloso mundo de la jardinería son, por ejemplo, la campanula portenschlagiana, la sansevieria trifasciata, el ficus benjamina o la lavandula.
